June 26, 2015
WASHINGTON—La decisión del 26 de Junio, de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos, que interpreta que la Constitución de los Estados Unidos exige a todos los estados proveer licencias y reconocer el “matrimonio” de personas del mismo sexo es un “error trágico que daña el bien común y a los más vulnerables entre nosotros,” dijo Monseñor Joseph E. Kurtz, Arzobispo de Louisville, Kentucky, y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los EE.UU.
La declaración completa a continuación:
Independientemente de lo que una mayoría estrecha de la Corte Suprema puede declarar en este momento en la historia, la naturaleza de la persona humana y el matrimonio permanecen inalterable e inmutable. Así como Roe v. Wade no resolvió el asunto del aborto hace más de cuarenta años, Obergefell v. Hodges no resuelve hoy el asunto del matrimonio. Ninguna decisión se arraiga en la verdad, y como resultado, ambas eventualmente fallarán. Hoy la Corte se ha equivocado nuevamente. Es profundamente inmoral e injusto que el gobierno declare que dos personas del mismo sexo pueden constituir un matrimonio.
El significado único del matrimonio como la unión de un hombre y una mujer está marcado en nuestros cuerpos como hombre y mujer. La protección de este significado es una dimensión esencial de la “ecología integral” que el Papa Francisco nos ha llamado a promover. Ordenar la redefinición de matrimonio en todo el país es un error trágico que perjudica el bien común y a los más vulnerables entre nosotros, especialmente a los niños. La ley tiene el deber de apoyar el derecho básico de todo niño a ser criados, donde sea posible, por su madre y padre casados y en un hogar estable.
Jesucristo, con gran amor, enseñó inequívocamente que desde el principio el matrimonio es la unión permanente de un hombre y una mujer. Como obispos católicos, seguimos a nuestro Señor y continuaremos enseñando y actuando de acuerdo con esta verdad.
Exhorto a los católicos a seguir adelante con fe, esperanza y amor: fe en la verdad inmutable sobre el matrimonio, arraigada en la naturaleza inmutable de la persona humana y confirmada por la revelación divina; esperanza de que estas verdades una vez más prevalezcan en nuestra sociedad, no sólo por su lógica, sino por su gran belleza y servicio manifiesto al bien común; y el amor a todos nuestros vecinos, incluso aquellos que nos odian o nos castigarían por nuestra fe y convicciones morales.
Por último, hago un llamado a todas las personas de buena voluntad a unirse a nosotros en la proclamación de la bondad, la verdad y la belleza del matrimonio como se ha entendido correctamente desde hace milenios, y pido a todos en posiciones de poder y autoridad que respeten la libertad dada por Dios a buscar, vivir y dar testimonio de la verdad.
Declaración del Sr. Obispo Thomas J. Olmsted en relación al fallo de la Corte Suprema sobre el matrimonio.
Estoy en solidaridad con los Obispos de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos (USCCB) y expreso también mi profunda desilusión con el fallo de hoy de la Corte Suprema.
El matrimonio es una institución que antecede todo gobierno y ha servido bien a las civilizaciones a través de los años. Dios mismo es el autor del matrimonio. Pueden haber muchas clases de amor, pero amor matrimonial es único y solo puede existir entre un hombre y una mujer. Es a través de este amor que los niños son mejor servidos y educados, así también la sociedad entera.
La Iglesia Católica se mantiene sincera y verdadera en proclamar el amor para todas las personas, independientemente de su atracción sexual. Por esta razón, estamos totalmente comprometidos en preservar la definición conyugal del matrimonio y continuaremos hablando la verdad sobre este tema que es de profunda importancia.
Declaración del Sr. Obispo Kicanas en relación al fallo de la Corte Suprema sobre los matrimonios del mismo sexo.
La Corte Suprema anuncio hoy su decisión sobre los matrimonios del mismo sexo, la cual no fue totalmente imprevista. Mientras esta decisión obviamente no es sobre las enseñanzas de la Iglesia, que el matrimonio es un compromiso para toda la vida entre un hombre y una mujer, refleja una actitud cambiante en nuestra nación y en muchos lugares alrededor del mundo, como también fue el voto reciente en Irlanda que permitió los matrimonios del mismo sexo en ese país.
Existen muchos matrimonios realizados por el estado que no se reconocen como matrimonios sacramentales por la Iglesia. Claramente, la falta de reconocimiento se aplicara a los matrimonios civiles de parejas del mismo sexo. A la luz del hecho que la Corte Suprema ha confirmado el derecho que las parejas del mismo sexo puedan casarse, ahora podemos esperar que la Corte Suprema confirme la libertad religiosa y el derecho de conciencia para los miembros de las comunidades de fe a que puedan vivir de acuerdo a su convicción que el matrimonio es una unión única entre un hombre y una mujer que trae nueva vida al mundo.
La Iglesia continuara su acción pastoral hacia las personas que tienen atracción hacia el mismo sexo. Dado que, la Iglesia cree que cada persona es hecha a la imagen y semejanza de Dios, por consecuencia cada persona debe tratarse con dignidad y respeto. La Iglesia rechaza los malos tratos hacia cualquier persona y continúa defendiendo la dignidad de todos.